Cruzaré el umbral y me romperás el corazón.
Jugaremos con cada uno de los pedazos;
excepto con el que tatúa mi piel.
Saltará todo por los aires.
Y bailando desenfrenada,
clavaré mis uñas en la angustia.
Huiré a otra habitación,
anegada de luz.
Cegada, me fundiré con las baldosas.
Llegará su materia fría a mi corazón.
Cada poro de mi piel se congelará.
Púpilas que ya no miran.
Allí, permanecere inmóvil,
esperando que tus pasos
vuelvan a resonarme.
Uuuufff, se sienten tus palabras. Escalofríos...
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