“Nunca he querido encontrar a mi alma gemela, me parecía
aburrido tener a tu lado alguien tan parecido a ti y acabar haciendo todo al
unísono. Siempre he pensado que sería mejor encontrar un alma melliza, con ella
podrías coincidir en algunas cosas manteniendo, sin embargo, tu esencia.
Con tu alma melliza puedes sonreír por las mismas cosas, puedes
mirar en la misma dirección, puedes soñar cosas parecidas.
Hay algo que también diferencia a las almas mellizas de las
gemelas y es que no son para siempre, puede llegar un momento en que ya no
puedan sonreír por lo mismo, soñar con las mismas cosas. Entonces, las almas
mellizas no atan, no se conforman, si no que cada una seguirá su camino…
Además, las almas mellizas creen en los reencuentros
por eso no temen las despedidas.