Hoy he desayunado en un bar. En la mesa de al lado estaba
sentado un hombre de unos 35 ó 40 años. Españolito de ojos claros y pelo rubio.
Al rato se ha sentado con él una chica más joven de tez oscura y rasgos
posiblemente andinos. Ha empezado a hablarla de un tema que no es relevante, lo
RELEVANTE era la manera en que lo hacía como si lo supiera todo. Con tono “chulesco”,
autoritario,… En un momento de la conversación, ella ha preguntado:
-Y por ser mujer, ¿no hay ayudas por ser mujer?
La respuesta de él no se ha hecho esperar:
-
Por ser mujer, por ser mujer, pero que os creéis sí las
mujeres sois uno más te lo he dicho cien veces.
Entonces he pensado que de ser verdad yo prefiero ser un
hombre de esos a los que no les asusta la libertad de las personas, que se
atreven a acercarse a una mujer independiente, inteligente, valiente, que sabe
andar sola, que no tiene necesidad de que la salven aunque sí de que la
abracen. UN HOMBRE DE ESOS QUE NO SE HACEN PEQUEÑOS ANTE LAS GRANDES COSAS DE
LA VIDA.
Me encanta!! ¿A ti también te inspiran las cafeterías?
ResponderEliminarDel hombre en cuestión, no voy a comentar nada, no merece mi atención. Pero quería darte la enhorabuena por el ritmo de escritura que estas teniendo.
Dale caña, compañeraaaaa!!!!!!!
Fdo: el pesao de siempre, jijijiiji
Gracias por seguirme compañero.
ResponderEliminarHa habido algo que me ha dolido más que la actitud de él; la necesidad continúa de aprobación de ella.
mi ana observadora... me encanta!
ResponderEliminarpor cierto, imagino la mala leche que te entró ;)
ResponderEliminarbuenísimo anuska!!
ResponderEliminarMaría Bragado!